miércoles, 28 de enero de 2009

“Mi desafío es hacer bailar a la gente”


Mega 98.3 anuncia un Megaescape exclusivo para oyentes del Puro Rock Nacional. 10Musica habló con el cantante.
Desde que se editó Mordisco, su disco más reciente, Emmanuel Horvilleur no para de recibir elogios. El ex Illia Kuryaki tuvo un 2008 súper exitoso, con Gran Rex a tope incluido. "Fue un año muy bueno, pudimos plasmar en vivo lo que fue el disco, que me permitió volver a editar en el exterior, tocar en México y en el LAMC de Nueva York, gané un Premio Gardel… y lo mejor es que es un disco que nos hizo tocar mucho”, afirmó el cantante a 10MusicA. Sobre los planes para este año, Horvilleur confiesa que está trabajando en su nuevo álbum, que "debería salir cerca de agosto”. Y agrega: "Tengo algunas canciones con cierto color soul pero con mucho de canción pop. Sigo poniéndome el desafío de hacer bailar a la gente y de sonar en las discotecas, como pasó con Radios, que me dio muchas satisfacciones". Para la fecha del 7 de febrero en Mar del Plata, Mega 98.3 organiza uno de sus clásicos Megaescapes. Los oyentes de la radio del Puro Rock Nacional pueden participar vía SMS, enviando “Llamame” al 10011. Más información en: 10Musica.

domingo, 24 de agosto de 2008

Su Primer Show en el Gran Rex




“Ahora ya no hay mucha ley”
El cantante presenta esta noche su tercer álbum, Mordisco, un trabajo que gira en torno de la noche y el cortejo, “aunque no tiene que ver con el acto carnal –puntualiza–, sino con las nuevas formas de seducción y los nuevos límites”.

Por Roque Casciero
Bastaron un par de hits para que Emmanuel Horvilleur pasara de ser “el ex Illya Kuryaki” a un solista con peso propio. Al menos, así lo percibe él, que disfruta de una popularidad que no tenía desde los tiempos de “Abarajame”. “Se conformó un público más grande y nuevo, hay chicos que vienen a verme y que no tienen la referencia de IKV, como pasaba antes”, se enorgullece el cantante. “En mi caso, es un público que está naciendo, pero igual me encanta que haya aparecido. De todos modos, siento que sumé con cada disco y en cada show: nunca dejé de tocar, porque creo en estar siempre y esto es lo que me gusta hacer.” Claro que ahora puede darse el lujo de convocar a su primer show en el Gran Rex (esta noche), el mismo escenario en el que debutaron los Kuryaki, invitados por Fito Páez. “Es algo especial tocar ahí y trataremos de estar a la altura, porque vi grandes shows en ese teatro: Spinetta, Charly, Soda, Bryan Ferry, David Byrne, Marisa Monte... A Erasure también lo vi ahí, pero no cuenta”, suelta entre risas.
Vuelta a los hits: “Radios” y “Tu hermana” coparon el éter a puro desprejuicio pop y new wave, pero son apenas la avanzada del tercer álbum de Horvilleur, Mordisco, un trabajo en el que noche y seducción son las claves de acceso. ¿Tendrá Horvilleur la famosa “idea fija”? “No es para tanto”, se desmarca. “A diferencia de otros discos sexuales que he hecho, como Leche (con IKV), que era explícitamente sexual, éste no tiene tanto el acto carnal, sino una situación de seducción o la intelectualización de la seducción, por ahí para entender las nuevas formas de seducción, los nuevos límites.”


–¿Cuáles son esas nuevas formas?
–Es que ahora ya no hay mucha ley, entonces un tipo puede cantar “si no puedo estar con vos, me encantaría hacerlo todo con tu hermana” y que la mina en lugar de ofenderse se ría con eso. O que vengan dos hermanas de la mano, sonrientes, a decir que les gustó la canción. Obviamente, el que canta soy yo y me río de eso, me parece divertido cantar una canción como “Tu hermana”, pero siento que estoy cantando sobre algo que está por ahí, que no inventé esa situación. Hacerlo con la hermana de la chica a la que le cantás es como límite, es de hijo de puta total, pero hay muchos que capaz lo hacen con la amiga de la novia o algo así.
–¿Disfruta de esa situación o le parece demasiado?
–Más lo segundo que lo primero. Yo soy más...
–¿Caballero?
–Sí, sí. Pero, por otro lado, la canción dice “si no puedo estar con vos”, o sea que la mina está primero. No sé si analizo esas cosas cuando las escribo, pero ya que estoy haciéndolo ahora, me parece que la primera opción es ella, si con ella no se puede, buscará otra opción.
–De todos modos, en el momento de la composición al que aludía debe ser muy divertido que se le ocurra una frase así.
–¡Ese es el punto! Cuando aparece una frase así y empiezo a reírme solo, es lo más divertido de todo. Después se convierte en algo mucho más automático al cantarla todas las noches, pero cada vez que la toco y la gente entra en frecuencia con lo que digo le encuentro un nuevo significado.
–Cuando compuso “Hola”, ¿no pensó que sería inevitable que la relacionaran con Celeste Cid, su ex pareja?
–No lo pensé mucho, porque la canción estaba buena. De hecho, no habla directamente de ella. Me acuerdo más de discotecas en los ’90 a las que entraba y me encontraba con una ex novia después de cinco meses y se daba una situación como la del estribillo, que dice “justo ahora que estaba bien extrañándote me encuentro con vos, con vos y con él, y tan suelta se te ocurre decir ‘Hola, ¿cómo andás? Te necesito, volvámonos a ver’”. ¡Aaaaaargh! La frase no tiene tiempo. Pero hay muchas frases que me empiezan a bajar que están más relacionadas con una memoria emotiva que con estos últimos años de mi vida, en los que ya no salgo tanto.
–Pero, ¿por qué escribir sobre esos temas justo ahora que no sale tanto?
–Seguramente voy a seguir escribiendo cosas que les pasan a pibes de veintipico porque a los 45 años (ahora tiene 32) voy a acordarme de alguna novia y de alguna situación. Tal vez uno no vaya mucho a las discotecas a esa edad... o vuelva a ir (se ríe).
–Precisamente, ¿será que extrañaba la noche y por eso salió Mordisco?
–No sé. A veces puede ser que me proponga conscientemente escribir sobre esa situación, porque me gusta pensar una canción que pueda sonar en esa misma frecuencia nocturna y que acompañe en ese momento. Tampoco sé por qué.
–Antes dijo que el público nuevo ya no tiene a Kuryaki como referencia, pero en todas las entrevistas les preguntan por la vuelta.
–Es lógico, también le pasaba a Cerati. El no juntó Soda ni por la guita ni por la fama ni por nada, sólo fue para que no le preguntaran más cuándo volvía Soda (risas).
–Pero Dante y usted nunca estuvieron alejados, se han invitado a tocar todo el tiempo, aunque tomaron rumbos musicales muy diferentes: él se quedó del lado del hip hop y usted se volcó al rock y al pop.
–Es cierto. Pero, no sé, el otro día nos juntamos a zapar un rato, sin ningún tipo de presión, a divertirnos: nos pusimos a tocar blues. Como pasan los años, está bueno que volvamos a divertirnos juntos y recordemos cómo nos divertíamos cuando teníamos 18 años. Ojo, prefiero no pensar en eso, pero la realidad es que me gustaría hacer un disco con Dante: producirlo yo a él y que él me produzca a mí, volver a hacer que toque la guitarra y hacer un discazo bien ambicioso, como siempre hicimos.
–¿Falta que aparezca una oferta?
–Creo que si en un momento nos juntamos, la oferta va a aparecer. No sé, capaz que viene Drean y nos propone bancarnos la gira (risas).
–En el show de esta noche habrá invitados como Gustavo Cerati. ¿Y Dante?
–En realidad, no lo invité, pero él sabe que está invitado. Lo invité algunas veces, unas dijo que sí y otras que no. No sé, que lea PáginaI12, lo invito por acá.

martes, 19 de agosto de 2008

Dulce Timidez Pop


El viernes presenta Mordisco y se confiesa un poco nervioso. O, más bien, obsesivo. Y seductor, claro.
Atravesando letras. Emma se hace cargo de su público menor que él. Y de sus letras sobre tríos y “cachondeos”.


Un bostezo. Una palabra (“perdón”) y acto seguido, otro bostezo. Emmanuel Horvilleur pide disculpas y se despereza un poco, mientras explica que no ha dormido demasiado bien durante estas últimas noches, aunque los motivos lejos están de lo que uno imagina para un rocker galán como él.
–¿Saliste ayer? –
No, vino mi hijo a casa y a las doce estábamos durmiendo. Hoy me desperté temprano para llevarlo al jardín. Pero es sólo un ataque de bostezo porque no estoy durmiendo profundo: soñaba con cosas del show.
–¿Pánico escénico, acaso? –
No, sólo un poco de obsesión. No es que quiera que pase ya, quiero que ocurra el día que tiene que ocurrir, porque cada día voy sumando algo nuevo. El vestuario, alguna cosa de la puesta, o me voy a comprar púas, no sé. El tiempo naturalmente se va acomodando a uno y el show será cuando llegue. Uno no puede acomodarse al tiempo. Falta menos para el show que –literalmente– no lo deja pegar un ojo. La cita es el próximo viernes en el Gran Rex, un teatro grande, enorme, cuyo escenario Emmanuel conoció hace 18 años, cuando –invitado por Fito Páez– rapeó junto a Dante Spinetta (“un gran amigo”) los primeros temas compuestos por Illya Kuryaki & the Valderramas. La cifra logra sorprender: Emmanuel ya superó la mayoría de edad como músico y sigue siendo y viéndose tan joven: “Ya son veinte años desde que tocamos El mono tremendo para el disco de Spinetta. Hay un par de cifras que se están dando últimamente y que me empiezan a asustar un poco. Pero bueno, hay que tener en cuenta que empezamos muy chicos. Eso me tranquiliza”.
–Mordisco, tu último trabajo, es el más popero que hiciste, y en los últimos años Dante extremó su pose gangsta. ¿Se imaginaban esos rumbos tan distintos cuando empezaron? –
Dante siempre fue más hiphopero que yo, yo tenía mis raptos, porque a mí lo que me gusta del hip hop es la posibilidad de meter tantas palabras por minuto. Yo he escrito mis rimas, pero siempre había como un gen que tiraba para otro lado. Dante, en cambio, siempre estuvo más ligado al R&B y al hip hop y hoy está en una vertiente mucho más radical, que a mí me gusta, que creo que le va bien. A veces, esos temas más sociales que hace me dan risa. Dante tiene un sentido del humor –a veces a su pesar– que me divierte mucho. Cuando se sarpa así en las letras, onda Ponémela en la cara, me río. Él es extremo. Igual, extraño algunos aspectos suyos que tiene un poco abandonados. El Dante de la guitarra por ejemplo. Pero supongo que él debe extrañar que yo rapee. Es así, uno extraña lo que le gusta del otro.
–En el Gran Rex, ¿creés que el público de Illya Kuryaki va a decir presente?
Creo que el show va a estar lleno de personas nuevas. Yo tengo un público nuevo que se fue formando en estos años y que no conoce Illya Kuryaki o que sabe que fui parte del grupo pero elige lo que estoy haciendo ahora.
–¿Sentís alguna responsabilidad por cómo tomarán tus letras (“Si no puedo estar con vos/ me encantaría hacerlo todo con tu hermana”) esas fans que no superan los quince años? –
Sí, a veces se me cruza por la cabeza, pero sigo componiendo para mí mismo o para gente de mi edad. Es loco lo que pasa: la gran mayoría del público de mis shows es más chico que yo. Y yo las letras de mis canciones las siento coetáneas, no me parece que esté haciendo un rock para adolescentes, ni ahí. De hecho, hablo más de relaciones de pareja de gente más grande y sin embargo son los más chicos los que se sienten identificados conmigo. No hay un momento del día para sentarse a escribir esas letras que hablan de amor pero también de tríos (“y de cachondeos”), dice Emmanuel. Las canciones que finalmente fueron elegidas para Mordisco (o para cualquiera de sus discos anteriores, Música y delirio y Rocanrolero) son el reflejo de momentos, de situaciones y hasta de raptos de inspiración que se cuelan entre los nervios pregrabación. “En Radios hay toda una parte que fue improvisada. La que dice: ‘Si quieres esta noche/te pasaré a buscar/elige el vestido que más te gusta’. Todo ese pseudorrapeo romántico salió en el estudio. Pero en general voy escribiendo cuando me inspiro. Y después chequeo mucho las letras, las atravieso. Durante meses”.
–¿Qué es lo que te inspira? –
El cine. Me gustaría escribir como si fuera David Lynch. No lo logro, pero ese terror que al final no es terror me gusta. También cosas más cotidianas, como los días de primavera, cuando las chicas se empiezan a sacar un poco la ropa. Soy una mezcla de escritor y piropeador tímido.
Evocación del casting de tetas
Si del hip hop y la música negra al pop flogger hay un largo trecho, Emmanuel supo acompañar sus cambios de melodía con una estética acorde, en escena y en sus videos, donde se mezclan los colores de Miranda! con reminiscencias de Prince. “Para los dos últimos clips, trabajé con Julián Castro y Alejo Rosemberg. Cuando vi el resultado, me encantó: Radios es de los videos míos que más me gustan”.
–¿Te obsesiona mucho la parte audiovisual? –
Estoy presente, formo parte, opino. Pero mi voz es una más, no es que se hace lo que yo quiero. –¿Sos vos el que elige a las chicas? –No. Pero sí hice casting de chicas alguna vez. Para la tapa de Leche (sexto disco de Illya Kuryaki), con Dante elegimos las tetas. Vimos tetas que ya no existen, porque fueron reemplazadas por unas artificiales y más grandes. Pero no te creas que vimos tantas, no pasaron de seis o siete. En esa época nos sentíamos un poco como los que eligen a las chicas que van a actuar en un teatro de revista. Después me desacostumbré un poco. Y ahora volví.
-¿ A hacer casting de tetas ?-
No, al teatro de revistas.
Natalia Laube
19/08/08

lunes, 18 de agosto de 2008

Participa!


jueves, 14 de agosto de 2008

"Yo siempre confié en mi música"


A caballo de hits como "Radios" y "Tu hermana", el ex Kuryaki está atravesando un momento extraordinario. Habla de todo: de cómo lo resistían los rockeros, de su crecimiento, de la frivolidad y de sus dos famosos ex: Dante Spinetta y Celeste Cid.
No sé si me dicen tanto 'puto', más bien 'gay'". Emmanuel Horvilleur tira la carcajada y se mofa de los detractores de su pop fashionista y sexual. A cinco años de lanzar su disco debut, ya se reconoce hacedor de una obra construida a base de hits pícaros y certeros. Porque si Soy tu nena, de Música y delirio (2003) provocaba de manera naïve, Tu hermana, de Mordisco, su último álbum, retoma esa nueva tradición del pop cachondo para toda la familia. Mientras Miranda! habla de "acabar en vos" frente un público sub 15 y Babasónicos propone "probar tu galletita", Emmanuel hace lo suyo proponiendo un trío. Ante una presentación en el Gran Rex, hasta el momento su concierto más grande como solista, Emmanuel se afirma cada vez más como un gran hitero autónomo y cada vez más lejos del estigma Illya Kuryaki. "Yo creo que voy a seguir siendo 'puto' durante muchos años porque me gusta lo que hago. Digamos, ese color que yo tengo en la música, esa libertad que alguna gente te critica. También le dicen lo mismo a Dargelos o a los Miranda!, y yo sé muy bien que no son gays".
Parte del despegue de Illya Kuryaki se cristalizó en la entrega de los Premios Gardel cuando Mordisco resultó ganador en la categoría "mejor álbum artista masculino pop", y en mayo se embarcó en una gira latinoamericana que lo depositó en el Festival Vive Latino, en México. Si antes pedía no volver a preguntar sobre su ex banda, hoy se muestra más amable a charlar sobre el tema. "Puede ser, sí. Tiene que ver con mi buen momento actual. Es que el asunto era muy cercano, ¿viste? Yo tuve un tiempo que a mí me sirvió mucho que fue el tiempo entre Kuryaki y mi disco solista. Cuando empecé quería hacer esto, sólo me importaba hacer música, por sobre todas las cosas tocar en vivo y en las condiciones que sean. Encontré hace poco unas liquidaciones de esa época y a veces tocábamos por 500 pesos, 1.000. Así formamos un público, un sonido y una unión con los músicos con los que toco".
¿Era volver atrás haber tocado con Illya Kuryaki en Nueva York y al tiempo tocar por 500 pesos?
Era trazarse un objetivo. Yo siempre confié en mi música. Hay gente a la que le gusta más lo que hace Emmanuel Horvilleur que lo que hacía Kuryaki. En una fiesta de quince en la que tocamos el año pasado, la chica me hizo una lista de ocho o nueve temas y una posdata: "No tocar temas de Illya Kuryaki".
Viene la compañía telefónica de los regresos... ¿Cuál es el precio de la vuelta de Illya Kuryaki?
El precio de Illya Kuryaki tiene que ver con volver a algo humano, ¿no? En este momento, en el nivel musical-humano, en el combo no está. Sería de parte de los dos empezar a volver a vernos, volver a jugar a hacer música. Una reunión que sea definida por dos managers no me interesa
¿Las reuniones de bandas separadas no son como una reunión de egresados?
No sé. No sé cómo será. Capaz, en una situación como la de los Cadillacs que son muchos más, la situación se divide entre varios. Acá somos Dante y yo. Nos juntamos, nos miramos a los ojos. "¿Tenés ganas de hacerte vos el putito de nuevo y yo me pongo una gorra?".Tu hermana tiene un hit que lo precede: Radios. Y es ese hit que parece alejarlo dentro de la dicotomía infantil entre los "caretas pop" y los "auténticos rockers" y anularla. "A mí me critican por la frase 'hoy una abeja me picó' y el Pelado Cordera dice 'la miel se transforma en diarrea'. No estoy luchando contra la Bersuit, de hecho ellos tienen buena onda, pero sí me puedo plantar en una discusión estética. Las abejas y la miel hablan, no nosotros".
Pil de Los Violadores te vio una vez y te hizo 'fuck you' desde un colectivo, Daffunchio le tiraba mala onda a Dante. ¿No los querían a los Illya Kuryaki? ¿Alguna parte del rock no te quiere?
Yo creo que sí me quieren, lo que pasa es que no se quieren ellos mismos. Tienen ese prejuicio, entonces cuando ven que hay goce... Yo padezco las mismas cosas que padecemos todos: vivo en la ciudad, hay cosas que me rodean que son tristes. Yo no vivo en un mundo frívolo. Tengo una vida mucho más comprometida que muchos. Igual, siempre me gustó más hablar del rock que me gusta que criticarlo. Siempre le tiré buena onda a Pappo hasta que le pegó a mi hermano, Lucas. Pero me acuerdo de volver de una gira en Córdoba con él, me trató divinamente y le regalé un autito. No hay que olvidarse que durante muchos años, Dante y yo éramos los más chicos en esa situación de rock. Eramos hijos de Spinetta y había mucho cariño. Cuando nos empatamos un poco con las edades de los músicos empezó la mala onda de algunos. ¿Sabés lo que pasa cuando tirás mala onda en el rock? Después, esas palabras te las metés en el culo.
¿Por qué?
Porque me ha pasado encontrarme en gira con músicos que antes me tiraron mala onda. Y no querés tener roces porque después te vas a bailar con esa persona, o tomás el desayuno en el hotel. En algún punto hacemos todos lo mismo. Unos jugarán a tener más compromiso social, otros jugarán a ser pop, otros jugarán a tener poesía. Nadie esta exento del divismo: hasta los barriales tienen sus cosas de divos.
Hablabas de frivolidad. Uno de los requisitos para hacer esta nota era que me contaras de Celeste Cid, tu ex. No te voy a preguntar nada.
Con Celeste tenemos una relación bastante buena. Estamos los dos haciendo malabares con nuestros trabajos y el nene, con ayuda de otras entidades como abuelas o niñeras. Estamos criando un nene divino que se llama André y que nos tiene unidos más allá de que no tengamos una relación. Siempre estoy interesado por cómo está ella, por cómo está su trabajo y ella también por el mío. Después, no sé, es una actriz: siempre vas a estar enamorado de las actrices porque son muchas en una. También las vas a odiar. Pero la verdad es que sigue siendo, a su nivel, una musa inspiradora.
Espectaculos clarín

lunes, 11 de agosto de 2008

36 minutos con Emmanuel Horvilleur







Alguna vez declaró que en 36 minutos se pueden hacer cosas interesantes, como preparar una comida, tener sexo o escuchar “Mordisco”, su nuevo álbum. Esta vez, Emmanuel Horvilleur dedicó ese tiempo para charlar con WATT, sin cenas ni camas alrededor del grabador.




¿Qué queda del Emmanuel Martí que hace 20 años grabó la canción “El mono tremendo”?


En realidad, Eduardo Martí no es mi viejo. Digo, no es mi padre genético, sino que es mi “padre”; y en esa época yo tenía un sobrenombre que era “Papik”. De eso ya no queda nada porque yo soy Emmanuel Horvilleur, que es mi nombre real. ¿Pero qué queda del que grabó “El mono tremendo”? Me parece que ese niño es parte de lo que soy ahora. Hace 20 años fue el comienzo del juego.


Poco después del final de los Illya Kuryaki dijiste que te sentías musicalmente “muy solo” ¿Cómo


Contrato gente para que me acompañe (Risas). Lo que me pasó era una sensación natural después de haber estado algo más de diez años en una estructura de mucha gente. Cuando llegó el final de Kuryaki me sentí solo, y en algún punto enfrentarme a esa ruptura era algo que también quería. Pero ya armé una banda, hice tres discos y no me siento así.


En la Argentina están pegando algunos de los géneros propios de la cultura negra, como el hip hop o el reggaetón ¿Qué opinás al respecto?


A mí me da un poco de gracia porque fuimos nosotros los que empezamos con el hip hop y en su momento la gente bastardeaba el género, decía que eso no era música. Y de chico me parecía muy lejano el hecho de poder sentarme en una silla y decir: “Ahora todos pasan hip hop”. Porque nosotros teníamos que comernos todos los palos, cuando ahora es moda y está en los medios.Hace tiempo evocabas con nostalgia las giras por América Latina y Europa


¿Tu música actual es menos exportable?


Mi música siempre fue exportable, pero creo que recién ahora con “Mordisco”, y de a poco, se está abriendo esa posibilidad. Hay pedidos de show en México, Venezuela y Nueva York. Seguro que entre este año y el que viene se va a concretar la idea de volver a tocar afuera.


Siempre remarcás que te gusta hacerte cargo de tu visión del rock ¿Cuál es esa visión?


En realidad, disco a disco voy cambiando un poco el discurso porque van variando mis influencias y eso me gusta, me divierte. Pero no quiere decir que soy un artista nuevo en cada álbum, aunque algo de eso hay. Como también una parte se mantiene, lo que sería mi sello.


¿El rock es infinito o tiene límites?


A mí me gusta moverme y no estancarme en un estilo. Kuryaki era una banda que empezó con el hip hop y después pasó a una cosa más elaborada; de ahí, con “Leche”, a algo casi porno musicalmente hablando. Por eso creo que cambié bastante en mi música. Hay jóvenes que no les gusta el cambio en el rock y no les copa la idea de que venga un pibe y les cante “Soy tu nena”. De eso me di cuenta a través de todos estos años.


¿Por qué siempre usás la noche como fuente de inspiración?


Porque tiene un poco de misterio, de erotismo, de secreto y hasta de miedo. Si bien también tiene magia, la noche es el territorio de lo oscuro. Y si bien ya no salgo tanto, tengo memoria emotiva porque salí bastante durante muchos años. Me gustaba sentarme en un sillón a ver el comportamiento de la gente, es divertido y de esa experiencia me gusta escribir.


¿Cómo te sentiste en el rol de productor de “Mordisco”?


¡Me gustó! Por ejemplo, cuando me pongo a hacer un tema empiezo a imaginar cómo quiero ir vestido, y de cierta forma ese rol es del productor: guiar a los músicos para qué lado ir o ser un mediador entre la canción y cómo va a terminar grabada. Ese trabajo me sale de manera natural, no me lo impongo.


¿Pruducirias a otros artistos?


No, porque es un trabajo muy grande. Pero capaz, agarrar a una chica que cante bien y con la que se pueda armar un disco… puede ser un chico también, lo que pasa es que las chicas usan perfumes más ricos (Risas). Tendría que ser alguien con algunas letras sin terminar.


“Mordisco” dura 36 minutos. Ideales, según dijiste, para cocinar o hacer el amor ¿Cómo elaboraste ese cálculo?


Después de haber dicho eso empecé a cronometrar, y entonces tendría que haber sido un disco de 15 o 20 minutos. Pero lo que quise decir es que es corto, que va a los tiempos que corren y que puede ser escuchado sin llegar a aburrir. Soy un músico que sigue creyendo en la obra, en hacer 11 canciones para ser escuchadas de esa manera.Cortitas y al pie
¿Qué opinás sobre los que bajan música de Internet?


Me molesta más ver a la gente con guita que compra discos truchos en la calle por cinco pesos. Prefiero que se lo graben.


¿Alguna vez te grabaste discos?


Sí, pero porque a veces son difíciles de conseguir. Si un grupo me gusta, me compro el CD.


¿Te molesta que algunos busquen en tus letras referencias a tu relación con Celeste Cid?


No, el que busca las coordenadas de una relación en una canción me da risa. Puede ser que las letras tengan fragmentos de algún cuaderno que escribí a los 20 años


.¿Por qué la onda musical con Dante Spinetta está congelada?


Cada uno está en su mundo y no da la unión de los estilos. Si bien Kuryaki era la mezcla de los dos, tiene que ver con que antes éramos un dúo. No nos gusta alimentar la idea de una vuelta, el mitito va a seguir nutriéndose solo.

Txt publicado en Revista Watt #22-

sábado, 9 de agosto de 2008



El pasado jueves 7 de agosto al atardecer, más de 1.000 personas se dieron cita en la pista de patinaje sobre hielo ubicada en el playón de la estación ferroviaria Tigre, para disfrutar del concierto ofrecido por el conocido músico Emmanuel Horvilleur y la banda Telzen, organizado por el municipio de Tigre a través de su Agencia de Desarrollo Turístico.
Horvilleur dijo que “he estado de vacaciones en el Delta, es un lugar que me gusta.” “Antes de subir a un escenario –continuó- siempre tengo buenas expectativas sobre lo mío que es hacer música. Hoy tocaré el último corte de “Tu hermana”, “Radios” y además temas del nuevo disco “Mordisco” que presentaremos el 22 de agosto, temas rockanroleros como “No como”, “Soy tu Nena”... la mayoría son composiciones mías y algunas compartidas con mi banda, como la canción 19 en la que participa Gustavo Cerati.“El titular de la Agencia de Turismo Tigre, Roberto Romero, manifestó que “este recital se hace en el marco de la pista de hielo, que es la sensación de las vacaciones a todo nivel, tanto para gente de Buenos Aires como de muchos turistas extranjeros que también vienen a patinar. Estamos muy contentos y felices por la respuesta de la gente que viene cada vez más a Tigre.”“Esta pista de hielo es única en su tipo en Argentina y Latinoamérica, y los chicos de Tigre menores de 12 años pueden utilizarla gratuitamente hasta las 14.00 horas. Esto es importante para la gestión del doctor Zamora, porque no es sólo para los turistas, sino también para la gente de Tigre.” finalizó diciendo Romero.